Los productores agropecuarios santafesinos estuvieron lejos de aceptar el fallo: marcharon hacia el juzgado en defensa de las fumigaciones.
La soja sembrada en el país ocupa 17 millones de hectáreas de diez provincias y tiene nombre y apellido: SOJA RR, de la empresa MONSANTO.
Se llama así porque es “Resistente al Roundup”, nombre comercial del glifosato, herbicida vendido por la misma empresa.
El amparo también avanza contra el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria. “Según el Senasa, el principio activo del glifosato está clasificado en la categoría de menor riesgo toxicológico, pese a que investigadores nacionales e internacionales han probado su alto grado de toxicidad y sus nefastas consecuencias sobre la salud”, detalla el amparo.
Las familias denunciantes y el Cepronat forman parte de la campaña “Paren de Fumigar”, iniciativa que denuncia los efectos sanitarios de los agrotóxicos y busca detener el uso de herbicidas perjudiciales a la salud y al ambiente.
Su fundamento es el artículo 41 de la Constitución nacional. “Todos los habitantes gozan del derecho a un ambiente sano, equilibrado, apto para el desarrollo humano y para que las actividades productivas satisfagan las necesidades presentes sin comprometer las de las generaciones futuras.”
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